Hay formas de salir, hay maneras de acompañarnos y de encontrar puertas de huida de este laberinto
Cuando escuchamos la historia de una mujer que es asesinada por su pareja, nos escandalizamos, y ¡claro, así tendría que ser! Sin embargo, lo vemos tan lejano, tan ajeno, que nos perdemos de reconocer que esa historia puede ser nuestra o de alguien cercano.
Cuando se trata de nosotras, lejos de alarmarnos, normalizamos que sea celoso porque “me quiere mucho y no me quiere perder”, argumentamos que nos revise el celular o que intenta controlarnos porque “quiere cuidarnos”, o incluso que nos investigue porque “ha sufrido mucho y tiene problemas de confianza”.
Según el boletín no. 29 de sisma mujer, realizado por la unión europea, 7 de cada 10 mujeres en Colombia afirmaron haber sufrido algún tipo de abuso por parte de su expareja. Es decir, que casi todas hemos sido Valentina en alguna relación de nuestra historia, y hemos dejado pasar banderitas rojas, o las hemos pescado cuando ya estamos muy adentro. Tal vez, y por suerte, nuestro desenlace ha sido menos violento. Pero lo que más duele, es saber que pudimos haber sido nosotras, o alguna de las mujeres que amamos.
Las relaciones abusivas pocas veces son tan explícitas como solemos verlas en noticias o en televisión. Detrás de esos titulares donde es clara la violencia, hay una historia donde de gota en gota se ha ido creando un clima de maltrato, control, duda y menosprecio, que nos lleva a normalizar estas acciones y a darnos cuenta, cuando estamos bien profundo.
Afortunadamente, hay formas de salir, hay maneras de acompañarnos y de encontrar puertas de huida de este laberinto. Informándonos es una de ellas, conociendo las señales de incomodidad que nos envía nuestro cuerpo, es otra. Siempre, siempre nuestro cuerpo y nuestras emociones van a ser nuestros aliados.
Por eso, si estás dudando, si estás sintiéndote herida o si incluso por pequeños momentos te sientes insegura o tienes el más mínimo ápice de estar en peligro o de querer salir, es momento de creerte. No tienes que poder sola y para eso hay cientos de profesionales cualificados para acompañarte y guiarte en el proceso de priorizarte y liberarte.
De nuestra parte, hemos creado un curso llamado “Reinterpretando el abuso”, donde vas a encontrar información para identificar si estás en una relación abusiva, y pautas reconocer en ti los recursos que te van a ayudar a salir.